La preferencia por la ‘austeridad’ fiscal – El Financiero Tendencias de Economía

Durante el primer trimestre de 2021, las finanzas públicas continuaron mostrando la inclinación de la actual administración por obtener ahorros fiscales contables, independientemente de las condiciones económicas.

Así, por ejemplo, durante 2020, la caída de los ingresos del sector público se enfrentó a un estancamiento del gasto, que resultó en un superávit primario, definido como el exceso de ingresos sobre gastos sin considerar el costo financiero de la deuda.

Aunque tanto los ingresos como los gastos y el saldo público estaban por debajo del presupuesto, obtener un superávit primario significó una postura fiscal restrictiva.

Además, cuando ocurrió en medio de una profunda recesión, esta política fue ‘procíclica’, es decir, que amplifica los ciclos económicos, exacerbando caídas y aumentos del PIB, en contraposición a una ‘contracíclica’, que busca atenuarlos.

Asimismo, durante los primeros tres meses de este año el gobierno buscó obtener ahorros. En concreto, el saldo primario fue superávit, a pesar de que se había proyectado un déficit. La diferencia entre ambas magnitudes fue significativa.

A diferencia del año pasado, el superávit primario no se derivó de montos inferiores a los presupuestados, sino de ingresos que superaron su referencia más que el gasto.

Por un lado, los ingresos superaron el programa en más de un cinco por ciento. La mayor parte del superávit se derivó de los ingresos no petroleros del gobierno federal, especialmente los ingresos no tributarios, que se fortalecieron con el uso de activos financieros. Si bien estas últimas fuentes representaron una desinversión, contribuyeron a la disponibilidad de recursos para los desembolsos.

Los ingresos tributarios también superaron las proyecciones, aparentemente como resultado de una mayor ‘eficiencia’ de recaudación, que, de ser así, convirtió tal logro en un …