Las canciones | El Heraldo de México Tendencias de Cultura

Escrito en CULTURA la 22/06/2021 · 00:35 hs

Mamá los usa para adormecernos. Los usan en la escuela para enseñarnos el alfabeto. Los utilizan en comerciales como parte de la seducción que nos llevará a gastar en sus productos. En las iglesias. En mítines políticos. Los usamos para declarar nuestro amor. Los usamos para llorar. Los usamos para aliviar la soledad. Para conocernos mejor.

Las canciones son importantes.

Quizás hoy se hayan vuelto libres y … eso es un problema para otro día, pero eso no quiere decir que ya no sean importantes.

Vuelvo a conectar con mi adolescente interior, lo recuerdo descubriendo “Aquí”, de Julieta Venegas en 1996, y descubriendo una necesidad inesperada, de ir (como si fuera una llamada) a donde esas canciones cobrarían vida; para verlos, escucharlos y cantarlos.

Como un flechazo.

Como un espejo.

Poco después es un atrevido. ¿Puedo hacer algo así también? No. No lo logré durante los primeros años. De los 18 a los 21 pasé noches enteras despierto frente al piano, tratando de componer canciones. Basura pura. Restos puros. Intentos que nunca se materializaron. Pero luego, reuniéndonos con mi querida amiga Michelle, comenzamos a aterrizar. Tocamos canciones “pop”. ¡Qué alivio! Me permití ser cursi. Tal vez le di a Euterpe una risa, no sé, tal vez pensé que era tierna y solemne. Poco a poco empezó a responderme.

Fue como una puerta que se abre.

Y desde entonces y hasta ahora veo la composición así: como una casa etérea a la que entramos cuando ella decide abrirnos sus puertas. Entramos a escuchar y robar melodías. Lo de menos para mí (esta es una confesión descarada) es la teoría musical, “las reglas”, las fórmulas. El proceso de composición es muy inconsciente. Algunas canciones me han llegado en sueños. Hay que tener algo con lo que grabar a mano para capturar el espejismo antes de que termine de evaporarse con el despertar hacia “el …