Mantienen viva la obra de los escritores Tendencias de Cultura

En 1983, el Fondo de Cultura Económica publicado en cristina pacheco (San Felipe, Guanajuato, 1941) un libro que ya no está disponible: “Orozco, iconografía personal”. La escritora ya llevaba varios años reportando y comenzó una carrera literaria que un año después conoció su primer best-seller, el libro “sopa de fideos” que actualmente acumula 19 reediciones.

Estos y casi otros treinta títulos, algunos nunca reeditados, forman parte de la recién creada Biblioteca de Escritores Casul. Es un espacio de lectura y recopilación de la obra completa publicada por autores mexicanos, que la Casa Universitaria del Libro (informal), de la colonia Roma, ha comenzado a formarse con el objetivo de mantener viva la obra de toda una vida de escritoras mexicanas.

“La primera fue Elena Poniatowska (París, 1932), reunimos su obra en el mes de mayo (2022), cuando cumplió 90 años, la inauguró; luego vino Margo Glantz (Ciudad de México, 1930) y este año lo estamos iniciando con Cristina Pacheco, luego vendrán más”, explica Guadalupe Alonso Coratella, directora de informal.

(Crédito: cortesía de Barry Domínguez)

Para recoger la bibliografía completa de los autores, el espacio realiza previamente una investigación y comienza a buscar los ejemplares: algunos son donados por librerías como Gandhi o El Sótano, pero también por los propios escritores o por las editoriales que los han publicado. , algunos más, quizás los más antiguos, se coleccionan en librerías antiguas.

Hasta el momento, las tres obras completas que ya tiene la biblioteca, más toda la colección de Vindictas sobre mujeres escritoras, han sido colocadas en las librerías que tiene la sala de vitrales de la casa; La idea, dice Alonso, es que la gente llegue y pueda llevarse un libro para leerlo, mientras descansa y disfruta del espacio.

“Tengo varias escritoras en la mira, por ejemplo, Elsa Cross (1946), Angelina Muñiz-Huberman (1936), Aline Pettersson (1938), varias autoras de esa generación. El Casul no tenía un espacio abierto para que la gente viniera a consultar libros, a leer, lo que queremos es mantener viva la obra de estos escritores que ya son íconos de nuestra cultura literaria y creo que vale la pena que las nuevas generaciones estar al tanto de eso y tener un espacio donde acudir, consultar la obra o simplemente revisar lo que ha escrito cada autor”, dijo.

  • Elena Poniatowska comenzó a publicar en 1954 con el libro infantil “Lilus Kikus”
  • Margo Glantz comenzó su bibliografía con “Las mil y una calorías, novela dietética” de 1978.
  • Cada obra completa publicada consta de entre 30 y 40 libros, incluidos libros de segunda mano.

CAMARADA