Las finanzas personales están lejos de ser solo un depósito en una institución y queda por ver si se ha ganado un peso más; Miremos hacia arriba de la declaración para saber qué queremos.
Salimos los fines de semana, compramos cosas sin rentabilidad económica; nos vamos de vacaciones; compramos joyas; coches de lujo o zapatos de infinidad de colores. Incluso el ocio forma parte de nuestras vidas; descansamos y gastamos en ello.
Incluso asumiendo que este tipo de gasto se realiza de forma moderada, el sentimiento de culpa es frecuente. El peor escenario es presentar un malestar permanente; hay arrepentimiento por consumir en lugar de ahorrar el recurso y luego preguntarse por qué ahorrar tanto dinero, si no puede disfrutarlo.
La respuesta es la medida, el equilibrio y algo muy importante, tener una planificación financiera que te permita marcar las prioridades y los tiempos para lograrlas.
Recuerde que la palabra disfrutar proviene de la palabra latina “dis” para separar, fruta “fructus”, que significa separar la fruta de la cosecha para comerla. Es válido disfrutar del producto del trabajo, ya que es uno de los motivos para generar ingresos.
En el otro lado de la moneda, atesorar sin fin podría perder significado. Hay justificaciones concretas, como guardar dinero para contingencias; una cantidad suficiente para una vejez digna; o pensar en dejar una herencia a las próximas generaciones.
Parece ser como esa caricatura del ángel y el diablo, susurrándote desde tus hombros. La resolución está en la responsabilidad y madurez financiera; saber lo que quieres.
Más allá del mero enfrentamiento de ideas, de manera práctica se puede definir según el año presupuestario. Es obvio que cuando ni siquiera tienes lo suficiente para tus gastos diarios, tienes que dejar lo superfluo; sin embargo, también podría determinar con qué frecuencia o cuándo es posible detenerse en el camino y tomar un descanso o adquirir un “sabor” particular, siempre bien analizado.
La elaboración de presupuestos es una herramienta poderosa, porque deja en claro la viabilidad real y evita los sentimientos de culpa. Se deben incluir este tipo de elementos, como entretenimiento, pasatiempos o vacaciones.
Una sugerencia es evitar endeudarse por estos gastos, ya que son improductivos y aumentan el costo del crédito. Es preferible que forme parte de las metas de ahorro y fije una determinada cantidad para obtenerlo.
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